Hay días en los que el sol parece quedarse a vivir sobre la piel. Esta camisa es para esos momentos: liviana como el viento de verano y tejida con la nostalgia de una libertad tranquila. Su diseño calado, bordado con girasoles en plena expansión, transforma la prenda en un jardín portátil, en una promesa de luz.
Cada flor está trazada con el cuidado de quien observa la naturaleza como un mapa sagrado. Entre pétalos bordados y vacíos delicadamente geométricos, se revela una filosofía bohemia: la belleza se respira, no se grita.